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lunes, 7 de mayo de 2012

El acompañamiento vocacional

Fuente: Pastoral-vocacional.org

1. ¿Qué entendemos por “acompañamiento vocacional”?

Nos referimos al seguimiento personalizado que el acompañante hace de aquellos jóvenes que están viviendo el proceso de fe vocacional, a través de medios concretos, para hacer más consciente su asimilación del proceso. Podría definirse como aquella relación que tiene como finalidad acompañar a un joven en su proceso de crecimiento y maduración en el seguimiento de Jesús, ayudando a reconocer el proyecto de Dios en su vida y a vivir de acuerdo con él, haciendo presente el Reinado de Dios de la vida en medio de nuestro mundo.

El acompañamiento vocacional es un dinamismo1privilegiado para suscitar, discernir y acompañar la vocación. A través del mismo es posible detectar y acompañar con profundidad las inquietudes y signos vocacionales que aparecen en los posibles llamados. Es uno de los principales dinamismos que ayudan a los jóvenes a personalizar su proyecto de vida cristiana específica. Por ello hemos de considerar que:

  • Es uno de los elementos educativos más importantes que el pastoralista tiene en sus manos ya que le permite conocer y orientar, con más detalle y profundidad, al joven en su crecimiento, inquietudes, dudas y aspiraciones.

  • Hemos de darnos cuenta de que no es suficiente el acompañamiento a nivel de grupo (aunque el grupo es importante), sino que es indispensable conjugarlo con el acompañamiento y la orientación de cada joven del grupo para que pueda llegar a la personalización de la fe.

  • Ofrece la posibilidad que tiene el joven de expresar y hacer más consciente su asimilación del proceso; el acompañante ha de comprender que, muchas veces, es necesario adaptar a cada joven las exigencias propias del momento que están viviendo, según las posibilidades de cada persona y esto solo es posible desde el diálogo y conocimiento personal; del mismo modo permite resolver mejor las dudas y dificultades personales, asimilar los valores humanos y cristianos, aclarar el sentido de la propia historia, iniciar en la oración, acompañar en la búsqueda de Dios y ayudar a descubrir su puesto al servicio de la Iglesia y de los hombres; cada persona tiene su propio camino que hacer y recorrer.

  • No se identifica en absoluto con la "directividad" que infantiliza al sujeto haciéndole depender de las decisiones del acompañante, ya que acompañamiento personalizado remite las decisiones del sujeto a su propia responsabilidad;

  • Es una ayuda temporal e instrumental que una persona presta a otra para que ésta última pueda sentir y experimentar la llamada de Dios en su vida y pueda responder mejor a ella para unirse con Dios e imitar y seguir a Jesucristo en una familia carismática.

  • Hay muchas más definiciones que pueden decir lo mismo o algo muy semejante. Pero nos detenemos en tres aspectos que hay que considerar como los más significativos:

EL FIN del acompañamiento es que el candidato responda personalmente al plan de Dios sobre él.

EL MEDIO que utiliza es el discernimiento.

EL INSTRUMENTO empleado es la relación o conversación de dos personas (acompañante y acompañado).



2. No confundir el acompañamiento vocacional

  1. El acompañamiento se diferencia de la confesión: Este sacramento es para reconciliarse con Dios de las propias faltas y pecados. Aquel versa más sobre "agitaciones de espíritu", mociones, sentimientos, impresiones...decisiones libres... Se mueve preferentemente en el terreno de lo dudoso, de lo que no se tiene claro, de los temas donde la libertad es menor y no se da de ordinario conciencia de pecado. Obviamente el que sean cosas distintas no quiere decir que no puedan darse en alguna ocasión juntas.

  1. No es "dirección": No es una imposición unidireccional, aun cuando se realice de manera muy sutil. No es el acompañante un "tutor" que organice la vida, los horarios, el descanso, dé pistas y soluciones, le proporcione actividades apostólicas,... etc. aunque alguna vez tenga que hacer algo de esto.

  1. No es una amistad entre iguales: Entre ambas partes no se da una comunicación simétrica. Es un tipo de relación de ayuda entre "desiguales", por cuanto que el acompañante no tiene porqué abrirse y manifestarse al acompañado.

  1. Tampoco es psicoterapia, ni un lugar de desahogo o refugio psicológico, o un escape afectivo, o un consultorio... aun cuando en casos de adolescentes hayamos de acomodarnos a la inmadurez propia de su edad y de las circunstancias que viven.

  1. Tampoco es una simple ayuda. Tiende a evolucionar en la medida en que se va desarrollando la relación de ayuda y se van cubriendo etapas del proceso de discernimiento. Por ello es una relación cambiante y adecuada a los diversos momentos en que se vive. Y su fin es desaparecer con la decisión de incorporación a la institución o estado de vida.


3. Elementos del acompañamiento vocacional

Existen cuatro palabras que hay que interrelacionar para definir y explicar la realidad única de la que estamos hablando:

  1. ACOMPAÑAR es ofrecer aquel servicio de orientación y discernimiento, que implica ante todo un acercamiento fraterno. Acompañar es “caminar con”, “ayudar a caminar”, “estar con”.

  1. DISCERNIR es ayudar al joven a descubrir la llamada que Dios le hace y responder a ella. La vocación es un don que hay que discernir. El discernimiento vocacional no es sólo un proceso psicológico; es, sobre todo, un proceso de fe por el que se intenta captar la autenticidad de la vocación del candidato. Existen principios y criterios de discernimiento, nacidos de la realidad y de las exigencias de la vocación, que están definidos y establecidos por la Iglesia.

  1. PROCESO. Por "proceso" queremos entender aquel segmento de la historia vocacional del individuo que abarca en concreto desde el nacimiento de la vocación (autoconciencia de la misma) hasta el ingreso en el correspondiente centro formativo (normalmente aspirantazo, postulantado o noviciado, según los casos). Ese llamamiento no siempre aparece claro. Incluso a veces se presenta como evasión, engaño o fantasía. Por eso el discernimiento no es una simple consulta, sino un proceso en el que la persona se compromete a seguir, con alguien que le ayuda, a hacerse consciente de las llamadas de Dios y a responder a ellas.

  1. VOCACIONAL. La vocación se entiende como una realidad dinámica, tanto en la llamada como en la respuesta, que debe ser discernida gradual y progresivamente sin interrupción. La dinamicidad existe porque:
  • Dios manifiesta su voluntad progresivamente y, además de la llamada inicial, sigue llamando constantemente a la persona durante toda la vida y la invita a una respuesta constante y sin descanso.
  • La persona llamada debe estar impulsada por las motivaciones vocacionales, que son fuerzas dinámicas que mueven la personalidad.
  • La vocación se desarrolla con la fuerza y el ritmo de la misma personalidad (dones, cualidades...) y de la gracia vocacional del llamado (exigencias vocacionales).La persona es estimulada por el mundo exterior, la realidad y los signos de los tiempos. Cuando el ambiente exterior es rico, la persona es más estimulada.


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