Seminaristas eres imagen viva de Jesús!
“Yo el Señor, te he llamado… para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en las tinieblas”. Is. 42. Querido y admirado seminarista, tu eres ya, esa imagen viva de Jesús, desde el momento tan especial en donde escuchaste su llamado, y día a día, luchas contra todo por parecerte más a El, buscando ese sueño de abrir los ojos de los ciegos y liberar a los cautivos, sin darte cuenta que la gente te ve, en tu esfuerzo diario, y en tu actuar liberas a todos aquellos que viven en las tinieblas y nos muestras a Jesús entregado, incondicional, amoroso y siempre al servicio de los demás.
Seminarista, gracias por jugarte en esta manera de honrar la vida!
Seminaristas ¡son sembradores, bendita misión!
Queridos seminaristas:
Un seminarista con fe vale oro!
Por. Pbro. Wilmer Moyetones
Hace dos años y medio aun me encontraba en El Seminario, y una de las preguntas que solía hacerme en esta etapa de la formación era precisamente, si yo como seminarista tenía fe o simplemente quería ser “seminarista”. La pregunta debe ser respondida afirmativamente. Si, los seminaristas son hombre de fe. Los jóvenes que deciden entrar al seminario, en primer lugar, se han cuestionado la vida, se han preguntado si son capaces de...leerSeminarista eres una bendición para el mundo!
Querido Seminarista:
Lo que hoy escribo no sé cuándo te llegará pero por algo HOY lo estás leyendo y creo de verdad que no hay casualidades todo llega por algo, sólo Dios sabe por qué. Así como antes de que tú nacieras, Él te pensó. No como a cualquier ser humano, te seleccionó por sobre muchas opciones, o tal vez nos escogió a todos, pero tú eres alguien especial, Él te eligió. Después te llamó y atento esperó tu respuesta. De todos, sólo algunos acuden. Tú lo hiciste. Le diste oídos frescos a tu corazón cerraste los ojos del miedo. leer
Al empezar la tarea de formador
Querido Rogelio:

Querido jóven que estás tratando de llegar al sacerdocio:
A Ti….. gracias. Gracias por escuchar Su voz. Por dejarte llevar por el llamado de Dios para servirlo a Él y ayudarnos a los demás a seguirlo y servirlo también desde nuestra vocación laica. Gracias por seguir el camino hacia el sacerdocio. El camino no es fácil. Tendrás que dejar tu casa, tu familia y tu vida, a las que estás acostumbrado.leer








0 comentarios:
Publicar un comentario