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jueves, 25 de julio de 2013

Animar vocación sacerdotal, desafío del Papa Francisco!


RÍO DE JANEIRO - (AP) -- El chileno Camilo Sandoval tiene en sus manos la decisión de su vida: estudiar ingeniería y seguir su vocación sacerdotal.
"Estoy pensando en ser padre", dijo a The Associated Press. "Me siento realizado cuando participo en las jornadas vocacionales, hay una cercanía con Dios que me atrae, aunque todavía no estoy decidido".
A sus 17 años, Sandoval es el único que carga con este dilema, entre más de un centenar de jóvenes que arribaron del poblado sureño de Chillán.
Hace parte de los llamados movimientos eclesiásticos que lo ayudaron a acercarse a la iglesia de su ciudad, participa en la misa como monaguillo y hace parte del coro eclesial. Sabe que si opta por lo segundo tendrá que hacer votos de castidad, lo que no representa un problema para él.
"Yo estoy de acuerdo con hacer esos votos", dijo el joven cargando una bandera de Chile en sus manos.
La visita del papa Francisco a Brasil para liderar la Jornada Mundial de la Juventud busca ser el escenario ideal para hacer que muchachos como Sandoval se decidan por servir a la iglesia, institución que en vastas regiones de América Latina batalla por reclutar sacerdotes en un momento en que otras religiones han crecido y sin cambiar las estrictas reglas del celibato.
Desde la perspectiva de la iglesia, millones de católicos han optado por una vida secular.
Casi el 25 por ciento de las parroquias del mundo no tienen un sacerdote residente, según las estadísticas del Vaticano. Y mientras que la cantidad de católicos en el mundo creció un 68 por ciento entre 1975 y 2010, la de sacerdotes sólo creció sólo un 1,8 por ciento, según el Centro para Estudios Aplicados del Apostolado de la Universidad de Georgetown.
La iglesia dice que no sabe si este presunto aumento de católicos en esos años representa una alza o baja frente a la tendencia de las últimas décadas o si obedece al crecimiento demográfico de la población mundial. Datos de ese centro muestran que en 1970 había 419.728 sacerdotes y cinco años después la cifra había bajado a 404.783.
"La verdad es que hay una situación en este momento de tendencia a la baja", dijo a The Associated Press el padre Gabriel Villa, secretario ejecutivo de la comisión de Vocaciones y Ministerios del Consejo Episcopal Latinoamericano. "(En) seminarios ha disminuido la cantidad de seminaristas, y donde el bajón es muy grande es en la vida religiosa, tanto en la vida masculina como femenina, es decir, las comunidades religiosas tradicionales como jesuitas, dominicos, franciscanos".
Aun así, la iglesia ha reconocido una caída no claramente cuantificable en los últimos años, según la institución, de los interesados en seguir la vocación sacerdotal en Latinoamérica.
Los últimos datos del Vaticano señalan que en 2011 hubo un incremento del 2,1% en el número de personas que quieren ser sacerdotes a nivel. La mayoría provienen de África y Asia. En Europa, sin embargo, se registró una caída de 9% y en América Latina se mantuvo estable, según la Santa Sede.
A juzgar por la apasionada multitud que recibió a Francisco en Río el lunes, algunos creen que el primer papa latinoamericano puede ser capaz de cambiar la tendencia de la escasa vocación sacerdotal.
¿Podrá el papa Francisco despertar el interés de los jóvenes latinoamericanos por servir a la iglesia?
"Yo creo que sí", dijo el sacerdote Villa del Consejo Episcopal. "Los gestos, los signos a través de los cuáles él ha hablado han sido muy bien recibidos por mucha gente. Yo creo que para América Latina este ha sido como un signo muy grande para la renovación, para encontrarle el sentido también al discipulado".
Tras la renuncia de Benedicto XVI a su pontificado, el cardenal argentino Jorge Bergoglio fue electo pontífice y tomó el nombre de Francisco, en referencia a un santo católico caracterizado por sus votos de pobreza. En los pocos meses al frente de la iglesia, se ha ganado el cariño de muchos por su autenticidad, estilo humilde y sus llamados a apoyar más a los pobres.
Francisco ha tenido algunos gestos que han sido elogiados por miles, como decidir usar un anillo de plata en lugar de oro y romper los protocolos para acercarse a los fieles.
"El papa Francisco creo que yo que va a impulsar esto (las vocaciones)", dijo Jorge Cavazos, un joven seminarista mexicano que a los 8 años se hizo monaguillo y a los 21 entró al seminario. "Es un papa que nos invita, nos alienta; desde la humanidad, nos dice, puedes servir a Dios, puedes servir al prójimo, puedes entregarte".
Para el funcionario del Consejo Episcopal, la explicación está en la mayor presencia de otras iglesias en la región, una disgregación de la familia y el secularismo cada vez mayor de la sociedad ha hecho que los jóvenes se interesen más en aquello que les represente una utilidad material.
"Para nadie es un secreto que estamos en toda esta situación del consumismo y la vida sacerdotal o consagrada pide algunas renuncias y para muchos no resulta atractivo", dijo Villa.
Según el Vaticano, América cuenta con cerca de la mitad de los católicos del mundo pero los países con la mayor cantidad de fieles, Brasil y México, cada vez tienen menos fieles.
Algunos expertos en religión, como el mexicano Bernardo Barranco, el carisma del papa Francisco no va a ser suficiente para reanimar la vocación sacerdotal.
"La iglesia no se gobierna con bonitas frases o con carisma o con una actitud más parroquial como la que tiene el papa Francisco", dijo el experto del Centro de Estudios Religiosos mexicano, que cree que la iglesia está frente a grandes retos como la poca capacidad para adaptarse a los paradigmas modernos, que incluye el criticado celibato, que ahora se encuentra en el banquillo a raíz de casos de pederastia.
En el Concilio Vaticano II, que data de la década de los 60, la iglesia reconoció que la vocación sacerdotal entró en crisis y propició grandes reformas, como el permitir celebrar misas en lenguas distintas al latín, que provocaron fuertes conflictos en ese entonces en la institución.
Para el pastor Édgar Castaño, presidente de la Confederación Evangélica de Colombia, en el mundo se ha vivido "un proceso de la renovación de la religión, de las religiones modernas, que son muy atractivas, que tienen otros estilos y otras estrategias para acercarse a la gente".
Castaño cree que lo que hace atractivas a las iglesias distintas a la católica es la incorporación de la música en los ritos religiosos, el estilo renovado en la predicación del evangelio, las agradables instalaciones físicas y "el tratamiento cercano a las necesidades del joven".
Además, dijo que para los jóvenes interesados en la ordenación pastoral resulta más atractiva la evangélica porque "no tienen que tener el don del celibato".
Expertos consultados creen que el fortalecimiento de los movimientos eclesiales católicos, como al que pertenece el chileno Sandoval, han ayudado a la iglesia a contener la falta de interés en el sacerdocio al buscar renovar la celebración de la misa haciéndola un poco parecida a otros credos.
Creados en Estados Unidos en la década de 1960, estos movimientos se han extendido en buena parte del mundo, y han introducido elementos inusuales en la misa católica tradicional como nuevos cánticos acompañados de aplausos y bailes rítmicos de los feligreses, algo de lo que otras iglesias se han valido para atraer fieles.
Entre esos movimientos, reconocidos no sin cierta reticencia por la iglesia, incluyen a grupos como la Renovación Católica Carismática, el focolar y neocatecumenal, y que tienen presencia en varios países. En otros países, los movimientos son más locales, como el llamado Shalom en Brasil.
"Casi todos estos movimientos tratan de recuperar de una manera o de otra algún elemento del cristianismo primitivo, ya sea por el canto, ya sea por el tipo de formación catequética, ya sea por ofrecer una experiencia de fraternidad muy profunda", dijo Rodrigo Guerra, director del Centro de Investigación Social Avanzada en México. "Muchas veces a los católicos se nos criticaba por eso, se decía que mucha gente se sale de la iglesia porque encuentra una acogida y una fraternidad humana mucho más clara en el mundo protestante".
Para Guerra, "las viejas formas asociativas... cosas tan tradicionales como el Opus Dei, hoy no son tan llamativas para los jóvenes postmodernos contemporáneos".
El sacerdote Villa, de la conferencia episcopal latinoamericana, reconoció la contribución de esos movimientos, no sin cierta cautela.
"Algunas comunidades carismáticas también han hecho resurgir las vocaciones", dijo. De inmediato comentó que la iglesia siempre les pide que se mantengan de acuerdo a lo que establece cada diócesis.
Sergio Soto, coordinador nacional en México de la Renovación Católica Carismática, está convencido de que los católicos deben ser parte activa y no sólo espectadores de su fe.
"Se había perdido un poco de la parte festiva, de la parte alegre de la misa", dijo Soto desde Ciudad Juárez, donde asegura que ha recibido comentarios de que muchos de los nuevos seminaristas en la zona se vieron animados por la Renovación Católica Carismática.
Para este ingeniero de 42 años, a veces en las misas había "cantos tan rebuscados que pues (las personas) no cantaban". En contraste, en las liturgias de la Renovación, dijo, "se canta, se aplaude, se levantan las manos".
"Es la misma eucaristía, pero vivida de una manera un poquito diferente", dijo Soto, quien según sus propios cálculos sólo en México al menos unos seis millones de personas han vivido la experiencia de su movimiento.
En Chile funcionan 700 grupos de Renovación Católica Carismática a lo largo del país. Empezaron en Santiago hacia 1972 y en su mayoría están afiliadas a las parroquias.
No todas las personas que asisten a las misas integran estos grupos, que se reúnen después de la celebración eucarística los viernes de 8:30 a 9:30 pm.
"Las reuniones son con más alabanzas, cantos católicos, religiosos, con música", dijo Edelmira Rodríguez, una viuda jubilada de 66 años, coordinadora de un grupo carismático afiliado a la parroquia Santa Margarita de Escocia, de la populosa comuna de La Florida. "Eso aviva mucho. Cuando hay un equipo de música es más atractivo que los rezos, que son más apagados... Incluye un baile en el lugar, con movimientos de brazos, alzamos los brazos".
"Los sacerdotes que son carismáticos participan en estos cantos y bailes", agregó Rodríguez. "Nuestro párroco, el día que no hacemos reunión, se enoja, dice que las oraciones no se pueden dejar".
La coordinadora dice que no a todos los párrocos les gusta este estilo y que últimamente el movimiento no ha atraído a la cantidad de personas que solía hacer.
"Ha bajado mucho", dijo. "Hay gente que va porque le gusta el canto, por el momento, y después se olvidan y se van retirando. La idea es de atraer más gente, pero la gente se enfría, participa un año, dicen que se sienten bien, que se han sanado, pero la gente cuando se sana se retira. La gente ya cuando sale de sus males, se va".
El padre Rosemberg Evangelista da Silva, representante del movimiento Shalom, en la ciudad brasileña de Santa Bárbara, dijo que busca involucrar más a los jóvenes con los trabajos de la iglesia a través de las redes sociales y un blog.
"Hemos buscado hacer que jóvenes que ya están involucrados, que en sus ciudades promuevan el movimiento dentro de la iglesia", comentó.
"Siempre se les pide que se unan al ritmo de la pastoral diocesana, porque el peligro es que a veces se puedan cerrar en sí mismos... y que de pronto se crean poseedores únicos de la renovación", dijo.
El seminarista Cavazos no es parte de ningún movimiento eclesial, pero ha asumido las nuevas actitudes por las que propende la iglesia Católica. "Para evangelizar hay que ser alegre", dijo el joven, que piensa que se debe cambiar la imagen del sacerdote como "padre regañón", ajenos a la modernidad.
Originally published: July 24, 2013 9:43 AM
Updated: July 24, 2013 1:07 PM
By The Associated Press  Por MARCO SIBAJA y E. EDUARDO CASTILLO (Associated Press)


miércoles, 24 de julio de 2013

Homilía del Papa Francisco. Misa en el santuario Nuestra Señora de Aparecida

Aparecida 24 de Julio del 2013
Venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,
Queridos hermanos y hermanas
¡Qué alegría venir a la casa de la Madre de todo brasileño, el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida! Al día siguiente de mi elección como Obispo de Roma fui a la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, con el fin de encomendar a la Virgen mi ministerio como Sucesor de Pedro. Hoy he querido venir aquí para pedir a María, nuestra Madre, el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud, y poner a sus pies la vida del pueblo latinoamericano.
Quisiera ante todo decirles una cosa. En este santuario, donde hace seis años se celebró la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, ha ocurrido algo muy hermoso, que he podido constatar personalmente: ver cómo los obispos —que trabajaban sobre el tema del encuentro con Cristo, el discipulado y la misión— se sentían alentados, acompañados y en cierto sentido inspirados por los miles de peregrinos que acudían cada día a confiar su vida a la Virgen: aquella Conferencia ha sido un gran momento de Iglesia.
Y, en efecto, puede decirse que el Documento de Aparecida nació precisamente de esta urdimbre entre el trabajo de los Pastores y la fe sencilla de los peregrinos, bajo la protección materna de María. La Iglesia, cuando busca a Cristo, llama siempre a la casa de la Madre y le pide: «Muéstranos a Jesús». De ella se aprende el verdadero discipulado. He aquí por qué la Iglesia va en misión siguiendo siempre la estela de María.
Hoy, en vista de la Jornada Mundial de la Juventud que me ha traído a Brasil, también yo vengo a llamar a la puerta de la casa de María —que amó a Jesús y lo educó— para que nos ayude a todos nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, padres y educadores, a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno. Para ello, quisiera señalar tres sencillas actitudes: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría.
1. Mantener la esperanza. La Segunda Lectura de la Misa presenta una escena dramática: una mujer —figura de María y de la Iglesia— es perseguida por un dragón —el diablo— que quiere devorar a su hijo. Pero la escena no es de muerte sino de vida, porque Dios interviene y pone a salvo al niño (cf. Ap12,13a-16.15-16a). Cuántas dificultades hay en la vida de cada uno, en nuestra gente, nuestras comunidades. Pero, por más grandes que parezcan, Dios nunca deja que nos hundamos.
Ante el desaliento que podría haber en la vida, en quien trabaja en la evangelización o en aquellos que se esfuerzan por vivir la fe como padres y madres de familia, quisiera decirles con fuerza: Tengan siempre en el corazón esta certeza: Dios camina a su lado, en ningún momento los abandona. Nunca perdamos la esperanza. Jamás la apaguemos en nuestro corazón. El «dragón», el mal, existe en nuestra historia, pero no es el más fuerte. El más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza.
Cierto que hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer. Con frecuencia se abre camino en el corazón de muchos una sensación de soledad y vacío, y lleva a la búsqueda de compensaciones, de estos ídolos pasajeros. Queridos hermanos y hermanas, seamos luces de esperanza. Tengamos una visión positiva de la realidad. Demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad. Ellos no sólo necesitan cosas.
Necesitan sobre todo que se les propongan esos valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo, la memoria de un pueblo. Casi los podemos leer en este santuario, que es parte de la memoria de Brasil: espiritualidad, generosidad, solidaridad, perseverancia, fraternidad, alegría; son valores que encuentran sus raíces más profundas en la fe cristiana.
2. La segunda actitud: dejarse sorprender por Dios. Quien es hombre, mujer de esperanza —la gran esperanza que nos da la fe— sabe que Dios actúa y nos sorprende también en medio de las dificultades. Y la historia de este santuario es un ejemplo: tres pescadores, tras una jornada baldía, sin lograr pesca en las aguas del Río Parnaíba, encuentran algo inesperado: una imagen de Nuestra Señora de la Concepción. ¿Quién podría haber imaginado que el lugar de una pesca infructuosa se convertiría en el lugar donde todos los brasileños pueden sentirse hijos de la misma Madre?
Dios nunca deja de sorprender, como con el vino nuevo del Evangelio que acabamos de escuchar. Dios guarda lo mejor para nosotros. Pero pide que nos dejemos sorprender por su amor, que acojamos sus sorpresas. Confiemos en Dios. Alejados de él, el vino de la alegría, el vino de la esperanza, se agota. Si nos acercamos a él, si permanecemos con él, lo que parece agua fría, lo que es dificultad, lo que es pecado, se transforma en vino nuevo de amistad con él.
3. La tercera actitud: vivir con alegría. Queridos amigos, si caminamos en la esperanza, dejándonos sorprender por el vino nuevo que nos ofrece Jesús, ya hay alegría en nuestro corazón y no podemos dejar de ser testigos de esta alegría. El cristiano es alegre, nunca triste. Dios nos acompaña. Tenemos una Madre que intercede siempre por la vida de sus hijos, por nosotros, como la reina Esther en la Primera Lectura (cf. Est 5,3).
Jesús nos ha mostrado que el rostro de Dios es el de un Padre que nos ama. El pecado y la muerte han sido vencidos. El cristiano no puede ser pesimista. No tiene el aspecto de quien parece estar de luto perpetuo. Si estamos verdaderamente enamorados de Cristo y sentimos cuánto nos ama, nuestro corazón se «inflamará» de tanta alegría que contagiará a cuantos viven a nuestro alrededor. Como decía Benedicto XVI: «El discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro» (Discurso Inaugural de la V Conferencia general del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Aparecida, 13 de mayo 2007: Insegnamenti III/1 [2007], p. 861).
Queridos amigos, hemos venido a llamar a la puerta de la casa de María. Ella nos ha abierto, nos ha hecho entrar y nos muestra a su Hijo. Ahora ella nos pide: «Hagan todo lo que él les diga» (Jn 2,5). Sí, Madre nuestra, nos comprometemos a hacer lo que Jesús nos diga. Y lo haremos con esperanza, confiados en las sorpresas de Dios y llenos de alegría. Que así sea.


martes, 23 de julio de 2013

Discurso del Papa Francisco en Ceremonia de Bienvenida – JMJ Río

Ceremonia de Bienvenida
Discurso del Santo Padre Francisco

Jardines del Palacio Guanabara de Río de Janeiro
Lune
s 22 de julio de 2013
  
Señora Presidente, Distinguidas Autoridades, Hermanos y amigos


En su amorosa providencia, Dios ha querido que el primer viaje internacional de mi pontificado me ofreciera la oportunidad de volver a la amada América Latina, concretamente a Brasil, nación que se precia de sus estrechos lazos con la Sede Apostólica y de sus profundos sentimientos de fe y amistad que siempre la han mantenido unida de una manera especial al Sucesor de Pedro. Doy gracias por esta benevolencia divina.
He aprendido que, para tener acceso al pueblo brasileño, hay que entrar por el portal de su inmenso corazón; permítanme, pues, que llame suavemente a esa puerta. Pido permiso para entrar y pasar esta semana con ustedes. No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo. Vengo en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón; y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo: «La paz de Cristo esté con ustedes».
Saludo con deferencia a la señora Presidenta y a los distinguidos miembros de su gobierno. Agradezco su generosa acogida y las palabras con las que ha querido manifestar la alegría de los brasileños por mi presencia en su país. Saludo también al Señor Gobernador de este Estado, que amablemente nos acoge en el Palacio del Gobierno, y al alcalde de Río de Janeiro, así como a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditados ante el gobierno brasileño, a las demás autoridades presentes y a todos los que han trabajado para hacer posible esta visita.
Quisiera decir unas palabras de afecto a mis hermanos obispos, a quienes incumbe la tarea de guiar a la grey de Dios en este inmenso país, y a sus queridas Iglesias particulares. Con esta visita, deseo continuar con la misión pastoral propia del Obispo de Roma de confirmar a sus hermanos en la fe en Cristo, alentarlos a dar testimonio de las razones de la esperanza que brota de él, y animarles a ofrecer a todos las riquezas inagotables de su amor.
Como es sabido, el principal motivo de mi presencia en Brasil va más allá de sus fronteras. En efecto, he venido para la Jornada Mundial de la Juventud. Para encontrarme con jóvenes venidos de todas las partes del mundo, atraídos por los brazos abiertos de Cristo Redentor. Quieren encontrar un refugio en su abrazo, justo cerca de su corazón, volver a escuchar su llamada clara y potente: «Vayan y hagan discípulos a todas las naciones».
Estos jóvenes provienen de diversos continentes, hablan idiomas diferentes, pertenecen a distintas culturas y, sin embargo, encuentran en Cristo las respuestas a sus más altas y comunes aspiraciones, y pueden saciar el hambre de una verdad clara y de un genuino amor que los una por encima de cualquier diferencia.
Cristo les ofrece espacio, sabiendo que no puede haber energía más poderosa que esa que brota del corazón de los jóvenes cuando son seducidos por la experiencia de la amistad con él. Cristo tiene confianza en los jóvenes y les confía el futuro de su propia misión: «Vayan y hagan discípulos»; vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible, y creen un mundo de hermanos. Pero también los jóvenes tienen confianza en Cristo: no tienen miedo de arriesgar con él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados.
Al comenzar mi visita a Brasil, soy muy consciente de que, dirigiéndome a los jóvenes, hablo también a sus familias, sus comunidades eclesiales y nacionales de origen, a las sociedades en las que viven, a los hombres y mujeres de los que depende en gran medida el futuro de estas nuevas generaciones.
Es común entre ustedes oír decir a los padres: «Los hijos son la pupila de nuestros ojos». ¡Qué hermosa es esta expresión de la sabiduría brasileña, que aplica a los jóvenes la imagen de la pupila de los ojos, la abertura por la que entra la luz en nosotros, regalándonos el milagro de la vista! ¿Qué sería de nosotros si no cuidáramos nuestros ojos? ¿Cómo podríamos avanzar? Mi esperanza es que, en esta semana, cada uno de nosotros se deje interpelar por esta pregunta provocadora.
Y, ¡atención! La juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo. Es el ventanal y, por tanto, nos impone grandes retos. Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio. Esto significa tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo; darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida; garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser; transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir; asegurarle un horizonte trascendente para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien; dejarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; despertar en él las mejores potencialidades para ser protagonista de su propio porvenir, y corresponsable del destino de todos. Con estas actitudes, anticipamos hoy el futuro que entra por el ventanal de los jóvenes.
Al concluir, ruego a todos la gentileza de la atención y, si es posible, la empatía necesaria para establecer un diálogo entre amigos. En este momento, los brazos del Papa se alargan para abrazar a toda la nación brasileña, en el complejo de su riqueza humana, cultural y religiosa. Que desde la Amazonia hasta la pampa, desde las regiones áridas al Pantanal, desde los pequeños pueblos hasta las metrópolis, nadie se sienta excluido del afecto del Papa. Pasado mañana, si Dios quiere, tengo la intención de recordar a todos ante Nuestra Señora de Aparecida, invocando su maternal protección sobre sus hogares y familias. Y, ya desde ahora, los bendigo a todos. Gracias por la bienvenida.


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lunes, 22 de julio de 2013

La Jornada Mundial de la Juventud es eminentemente una gran Jornada Vocacional!

Por Luis Alva 

Se ha llegado el día del acontecimiento tan esperado por los jóvenes, la Jornada Mundial de la Juventud 2013, que se está celebrando en Río - Brasil. El lema para esta Jornada es “Id y haced discípulos a todos los pueblos”.

Esta mañana revisando los noticieros, me entusiasmó una noticia donde se referían que mil seminaristas colombianos participarán de la Jornada Mundial de la Juventud. Impresionante, mil seminarista  de sólo un país!

De los 1,8 millones de jóvenes que posiblemente participarán de esta Jornada, una buena parte serán Seminaristas, religiosos y religiosas. A este considerable y privilegiado grupo de jóvenes el Santo Padre Papa Francisco les dedicará un día especial. Principalmente a los seminaristas del Seminario Buen Jesús de Aparecida. Luego tendrá la tradicional misa con todos los seminaristas en la Catedral de San Sebastián.

Según los datos del Annuarium Statisticum Ecclesiae 2011 hay en el mundo 120.610 Seminaristas. De este gran número un considerable grupo de seminaristas participarán de esta Jornada, teniendo en cuenta también el número de seminaristas participantes en la JMJ celebrada en Madrid que fueron 5.000, es posible que esta Jornada supere la participación de seminaristas.

Dos momentos importantes esperan los seminaristas de esta Jornada, el mensaje a los jóvenes en general y la homilía dedicada a los seminaristas.

Entre las grandes actividades el Papa Francisco, hay dos de especial atención:

El miércoles 24 de julio a las 13.00 el Santo Padre Francisco tendrá el almuerzo con el séquito papal, los obispos de la Provincia y los seminaristas, en el Seminario Bon Jesús de Aparecida.


El sábado 27 a las 09:00 am, el Santo Padre Francisco tendrá la Santa Misa con los obispos de la JMJ y con los sacerdotes, religiosos y seminaristas, en la Catedral de San Sebastián. De esto esperamos animosamente la Homilía del Santo Padre.

La Jornada Mundial de la Juventud es también una gran Jornada Vocacional

La Jornada Mundial de la Juventud es también una Jornada Vocacional por los frutos que de ella se recogen. Después de la JMJ 2008 celebrada en Sydney - Australia se ha visto un considerable aumento de vocaciones sacerdotales, igual ha ocurrido después de la JMJ 2011 celebrada en Madrid con toda España. A partir de esto no hay duda que en los dos próximos años a la JMJ Rio aumenten las vocaciones sacerdotales en todo el país de Brasil. Aquí unos datos publicados por ReL:



Contando seminaristas mayores

En el curso 2010-2011, España contaba con 1.227 seminaristas mayores, surgidos de entre los 35 millones de habitantes que se autodeclaran católicos (son un 75% de los 47 millones de habitantes en total). Se celebró la JMJ en 2011, y dos años después, en este curso 2012-2013 son ya 1.307 seminaristas, 80 más que antes de la JMJ de Madrid (un crecimiento del 6,5%).

En el año 2008, Australia contaba con 174 seminaristas mayores, surgidos de entre 5 millones de habitantes que se declaran católicos. Se celebró la JMJ en Sydney ese año, y dos años después, en 2010, los seminaristas eran 217, es decir, 43 más, o un 25% más que antes de la JMJ de Sydney. De hecho, en 2012, cuatro años después de la JMJ australiana, el país tiene 268 seminaristas, ¡un 54% más!

Antes de la JMJ, empate en ambos países

Así, los seminarios diocesanos (incluyendo los Redemptoris Mater, que en Australia son 2 y en España 9), antes de la JMJ, generaban un seminarista por cada 28.000 católicos declarados, tanto en Australia 2008 como en España 2010-2011.

Y dos años después de la JMJ, generan un seminarista por cada 23.000 católicos australianos mientras que se necesitan 26.000 católicos españoles para suscitar una vocación.



viernes, 19 de julio de 2013

11 películas casi obligatorias que sacerdotes y seminaristas deberían ver, valorizar y reflexionar!

Por Luis Alva

Si la mayoría de libros que hemos leído han sido por recomendación, las películas que hemos visto serían por invitación. Creo que todo ser humano ha visto una película completa de la cual se ha llevado una buena experiencia. Es cierto que la película tiene más moralidad que los libros, en el sentido que se puede categorizar a una película de buena y a otra de mala. Es común escuchar: tal película es mala, tal película es buena o muy buena; sin embargo, poco o rara vez he escuchado decir tal libro es malo o muy malo, en positivo muchas veces.

Las buenas películas muchas veces se convierten en verdadera fuente de enseñanza y una plataforma de lecciones para la vida, en ambos casos siempre son motivo de reflexión. 

Para muchos ver una película es la mejor solución en aquellos momentos donde el aburrimiento es con lo único que se cuenta, la elección de la película es mayormente al azar y no existe valoración al final de la película, da igual lo importante era pasar el tiempo. Para otros  ver una película es sinónimo de compartir, de estar en familia y en amistad, en comparación con los primeros, estos dedican un tiempo y un lugar especial y determinado para ver la película, que mayormente son los fines de semana o en feriados y en el cine o un lugar indicado para ello;  la elección de las películas mayormente son motivadas por los estrenos o las películas taquilleras, existe una valoración al final de la película como: buena, muy buena, no me gustó, muchas ficción, buen actor, x actor trabajo muy bien, etc. Existe un tercer grupo, que ver una película se convierte en toda una pedagogía educacional-vocacional, algo así como un cinefórum. Se trata que a partir del lenguaje cinematográfico, y a través de una dinámica interactiva o de comunicación y de valoración entre sus participantes, se pretenda llegar a descubrir e interiorizar las vivencias o el mensaje explícito de la película en la vida ordinaria. Si realmente queremos aprovechar de una buena película tenemos que apuntar hacia el tercer grupo.

Sacerdote en el Cine, es un apartado de un portal que se dedica a promover películas para descubrir en ellas una experiencia vocacional. Se trata del portal www.cineyvocacion.org 
Donde expresa, que las historias que se narran en las películas (que presentamos a continuación) interpelan a muchos y provocan el debate. Además las películas nos ayudan a tomar conciencia de cómo los otros ven a los sacerdotes, la imagen que de ellos se tiene, se transmite y se promueve. Aunque son películas para todos, la propuesta está pensada para sacerdotes y seminaristas que se pueden reunir para hacer un video-fórum. Para trabajarla proponemos como siempre tres momentos: un análisis de la película, un debate dejándose interpelar por ella y una breve celebración.


Don Livio se encuentra ante el problema de casar a unos novios que no conoce y que no tienen una experiencia de fe. ¿Cómo hacerlo ante el riesgo real de la infidelidad y el divorcio?

Historia de un joven sacerdote ambicioso que se desenvuelve bien en los negocios y con los poderosos de la sociedad. Su fracaso será la oportunidad para encontrar el verdadero sentido de ser sacerdote.

Lo único que puede ofrecer un misionero en una situación de extrema violencia y muerte es su presencia serena, su consuelo creyente y la celebración de la Eucaristía.

Teniendo como fondo el drama de los abusos por parte de algunos sacerdotes americanos, asistimos a un duelo entre dos maneras de entender la educación, los valores, la fe y la religión.

Basada en hechos reales, es la historia de un sacerdote destinado en el Vaticano que ayuda a esconder prisioneros escapados de los nazis. Un ejemplo de servicio, disponibilidad, testimonio y perdón.

Un joven e inexperto sacerdote quiere cumplir la última voluntad de una mujer antes de su muerte. Cree que sabe todo sobre la vida y la muerte, pero lo terminará aprendiendo de quien menos se lo espera.

En un contexto de miedo y opresión laboral, un sacerdote descubre su vocación de ser pastor cercano de los oprimidos haciendo del muelle su nueva parroquia.

¿Qué hacer para proteger a los guaraníes de la esclavitud y la opresión? El padre Gabriel y Rodrigo Mendoza tienen dos maneras distintas de mostrar su amor por los indios. Un dilema siempre actual.

Cuando las motivaciones  no son claras y los límites difusos, el padre Brian experimenta una crisis afectiva que hace tambalear su vocación y su propia identidad. Pero con sensatez, fe y acompañamiento remontará el vuelo.

Cuando se conoce la realidad de la pobreza y la injusticia de primera mano es necesario tomar una decisión vital. Uno no queda indiferente. La historia de Romero es una historia de conversión.

Ante la amenaza de ser condenado como asesino, un sacerdote vive el dilema de revelar el secreto de confesión teniendo que enfrentarse además a una historia de amor que tuvo en su juventud.

Pablo, sacerdote, sabía que iba a morir joven y deseaba hacerlo  en la montaña. Entregó su vida a Dios… y Dios aceptó la oferta.  Ahora dicen que está vivo.  Pablo era conocido y querido por un número incalculable de personas, que han dejado constancia de ello después de su muerte. LA ÚLTIMA CIMA muestra la huella profunda que puede dejar  un buen sacerdote, en las personas con las que se cruza. Y provoca en el espectador una pregunta comprometedora: ¿también yo podría vivir así?

Feliz Navidad

El padre Palmer acompaña a soldados de diferentes bandos (alemanes, franceses y escoceses) a celebrar la Navidad al comienzo de la Primera Mundial. Su presencia entre los que sufren y la Misa de Nochebuena hará que se produzca un milagro en un contexto de guerra y violencia.




La lista de películas es tomado de: Cine y Vocación


miércoles, 17 de julio de 2013

¿Un seminarista se puede enamorar?


Publicado por Almas.mex

El amor es un una de las cosas principales para los seres humanos en general, ya que somos seres sociales y una de nuestros objetivos en la vida es encontrar el amor en las diferentes situaciones en las que nos hallamos a lo largo de nuestra vida, el cual se han presentado en las relaciones que hemos tenido, el amor a nuestros padres, hermanos, amigos y que con ellas buscamos ser aceptados y apreciados por los otros.



El amor que establecemos con los demás tiene procesos que inician con los momentos de acercamiento, que se convierte en el establecimiento de vínculos y apegos que se van desarrollando desde el nacimiento en la relación madre-hijo, así como a lo largo de la vida están presentes en las diferentes relaciones que establecemos.

Existen varios sentimientos uno de ellos el enamoramiento, este sentimiento no tiene moralidad, es decir no es bueno o malo,  lo que si tiene es lo que se haga con el, es decir, si lo alimentas y lo consientes, entonces esto ya entraría en el campo de la moralidad según la intención y la finalidad que tienen tus acciones al respecto.

Estar enamorado es estar en contacto con alguien que te atrae, que te gusta, esto puede sucederle a cualquier persona ya que nuestra sexualidad está presente en todas las cosas que hacemos, por un lado es inevitable que la atracción que sentimos hacia otra persona se presente, lo importante es que seamos concientes y no reprimir ese sentimiento, es decir podemos enamorarnos de alguien y tener una sensación de bienestar pero eso no significa que lo que sentimos sea lo que deseamos tener o vivir.

El enamoramiento es el paso anterior al amor, ya que es aun ilusorio, en el que nuestra percepción del otro es aun fantasiosa donde creemos que no le hace falta nada, suele tener un ascenso súbito,  las hormonas dificultan ver la realidad cuando se produce en el cerebro la feniletilamina, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas que al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer  no dejando muchas veces ver la personalidad de quien se está enamorado, haciendo una idealización que corresponde mas a lo que nosotros queremos ver que a la realidad de lo que es.

En este estado cualquier persona puede llegar a estar, pero lo interesante es saber que hacer con esos sentimientos que aparecen, ahí es donde nuestras habilidades superiores hacen su aparición, la capacidad de decidir con quien queremos estar y considerar que la opción que hagamos es la mejor para nuestra vida.

Es normal que las personas se enamoren, ya que están constituidos con una sexualidad integral que abarca desde lo fisiológico, psicológico, espiritual, social y cultural. Por lo que independientemente de la vocación que tengamos, la atracción hacia el sexo opuesto estará presente, ahora bien, si hemos elegido un estado de vida por amor, va más allá de la atracción y de la sensación momentánea, es decir, podemos sentir enamoramiento pero cuando hemos elegido estar con alguien por amor, eso significa que a pesar de ver que hay más opciones, sabemos que ya hemos elegido la mejor de acuerdo a nuestros intereses.

El amor a diferencia del enamoramiento, nace con un grado, con tendencia a crecer, a permanecer, a ahondar en la verdad, el amor puede estar presente en el enamoramiento pero este último puede desaparecer pero el amor siempre está en constante crecimiento. Ortega y Gasset menciona que “Todo amor transita por la zona frenética del enamoramiento; pero, en cambio, existe enamoramiento al cual no sigue auténtico amor” No confundamos, pues la parte con el todo.

El amor verdadero va mas allá del enamoramiento, consiste en una decisión que incluye la entrega, es un enriquecimiento recíproco, donde cada miembro de la pareja se abre al otro, donde hay un acto de voluntad aceptando al otro como es, busca siempre el bien del otro. Este amor implican un compromiso asumiendo todas las circunstancias que se presentan tanto de bienestar como aquellos que implican esfuerzo y dificultades.

Para caminar a la madurez afectiva, es necesario aprender a percibir, recibir y agradecer el amor de los demás, a expresar nuestro amor hacia los demás en el estado de vida que tenemos, solo cuando amamos verdaderamente es cuando tenemos la capacidad de expresar nuestros sentimientos y dejar que otros se expresen hacia nosotros sin confundirlo con otro tipo de expresiones.
Para poder vivir con plenitud la vocación que tenemos es necesario que podamos vivir nuestra sexualidad que implica en primer lugar, el aceptar tu ser como mujer u hombre y vivir esto dentro de tu estado de vida, reconociendo que tenemos emociones y sentimientos manifestándose a través de nuestra manera de ser, actuar, de comunicarnos, de encontrarnos con nosotros mismos y con Dios.
En conclusión, podemos enamorarnos a lo largo de nuestra vida pero amar va mas allá de una atracción, implica un compromiso y una entrega que habrá que cuidar para preservarla y hacer que crezca cada vez mas.

Ortega y Gasset.(2005). Estudios sobre el amor. España: EDAF


martes, 16 de julio de 2013

En tiempo de vacaciones o en tiempo de pastoral, siempre hay un tiempo para leer un buen libro!

Por Luis Alva

Si nos ponemos a pensar y analizar sobre los libros que hemos leído durante nuestra vida, podríamos concluir que la mayoría  han sido por recomendación. No falta el profesor que te recomienda a tal autor y a tal libro, el director espiritual que te lo aconseja y casi te lo obliga a leer, o los amigos que te animan hasta comprar el libro. Mayormente se recomienda  algo cuando uno es consciente de la calidad o de la importancia que se puede obtener de aquello que se recomienda, pocos recomiendan algo que no vale la pena. En lo personal, podría decir que la mayoría de los libros que he leído han sido por recomendación de otras personas.

En tiempo de vacaciones o en tiempo de  pastoral siempre hay un tiempo reservado para la lectura personal, en ambos casos es posible leer algún libro que valga la pena, y aquí te recomiendo cuatro maravillosos libros. Te aseguro que después de haber leído al menos uno, ya no serás el mismo. 

Me ha sido difícil dentro de una gran lista de los mejores libros seleccionar sólo cuatro, sin embargo, me parecen que son los mejores para una lectura pausada en tiempo de vacaciones o en tiempo de pastoral. Espero disfrutes de una buena lectura!

El monje que vendió su Ferrari.


Es el título de una maravillosa fábula cuyo autor es el canadiense Robin Sharma. Se trata  de la historia del exitoso abogado Julián Mantle, que había logrado los mejores triunfos que la vida le podría ofrecer.  Sin embargo, no todo lo tenía en sus manos. Tras un infarto que lo puso al borde de la muerte, Julián Mantle toma una radical decisión,  vende todas sus riquezas y  posesiones que había obtenido por los triunfos de su carrera como uno de los mejores abogados del país y emprende un viaje a la India en busca de la verdadera sabiduría. Fue entonces cuando conoció a los Sabios de Sivana en una remota comunidad perdida en los Himalayas. Julián Mantle estudió junto a estos durante varios años y así consiguió lo que estaba buscando: las siete virtudes eternas de la vida esclarecida. Es una maravillosa fábula que ha obtenido gran éxito en el mundo, ha sido editada en decenas de países y en decenas de idiomas (según CNN). Este libro me lo recomendó mi obispo.

Vida y misterio de Jesús de Nazaret

Esta es una de las magnificas obra de Martín Descalzo. Narra la vida y misterio de Jesús de Nazaret de la forma más elocuente, teológica  y anecdótica que ha podido darnos la literatura con lo que respecta a cristología. Martín Descalzo interactúa su narración con acontecimientos reales de la historia y con opiniones de teólogos de gran autoridad que dan realce a cada momento del actuar de Jesús. La última edición del libro es la llamada obra completa que corresponde a la 11a edición y contiene  los tres libros en su conjunto. El primer libro es titulado Los Comienzos; la segunda corresponde al Mensaje y la tercera a La cruz y la gloria. Este libro se ha convertido en un libro clásico sobre Jesús de Nazaret. Lo sigue publicando Ediciones Sígueme y esta editado en España. Hasta ahora son varias las personas que me lo siguen recomendando.

La fuerza que nace de la debilidad

Se trata de una reciente obra del jesuita Giovanni Cucci, donde desarrolla aspectos psicológicos de la vida espiritual. A simple vista pareciera que se trata de un libro con datos científicos y poco teológico-existencial, sin embargo, se trata de una temática siempre actual e interesante: el conocimiento de uno mismo como paso obligatorio para conocer a Dios. La reflexión psicológica se ha convertido en la actualidad en uno de los elementos importantes en el momento de las decisiones personales. No es un libro de rápida lectura, esta constituido por ocho capítulos que interactúan uno con el otro, sin embargo, da posibilidad de poder leer capítulos por separados. El libro es editado en España por la Editorial Sal Terrae. Esta ha sido una de las últimas recomendaciones hecha por un gran amigo sacerdote que esta al pendiente de la novedad literaria.

Lagrimas de vida

Lágrimas de vida, más que un libro, es una historia de amor de una madre que convierte su dolor en generosidad y sus lágrimas en vida. Es un testimonio de tristeza y al mismo tiempo  de alegría de una joven madre llamada Susana Herrera  que pierde a José Andrés su tierno hijo a la edad de siete meses de vida a causa de un accidente. Susana en medio del dolor y el desespero ofrece a su hijo para dar vida a otros que están a punto de perderla. Esta triste historia se ha convertido en un icono de generosidad, muchas personas  después de haberla leído han iniciado una travesía de amor para con lo demás. El libro ha sido reimpreso en junio del 2013. Es editado en España por la Editorial Sígueme y esta disponible  en muchas de las librerías católicas de Europa y América.



Este libro nadie me lo recomendó! Cierto día revisando las novedades de editorial Sígueme en la biblioteca de la Universidad Pontificia de México me encontré con este maravilloso libro. Libro que no reconocía ni por el título ni por el autor, sin embargo, motivado por la autoridad de la editorial lo llevé a mi escritorio y desde aquel momento se ha convertido en uno de mis libros favoritos al cual no he dejado de recomendar.