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viernes, 8 de junio de 2012

La formación pastoral: comunicar la caridad de Jesucristo, buen Pastor


Toda la formación de los candidatos al sacerdocio está orientada a prepararlos de una manera específica para comunicar la caridad de Cristo, buen Pastor. Por tanto, esta formación, en sus diversos aspectos, debe tener un carácter esencialmente pastoral. Lo afirma claramente el decreto conciliar Optatam totius,  refiriéndose a  los  seminarios mayo- res: «La educación de los alumnos debe tender a la formación de verdaderos pastores de las almas, a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, Maestro, Sacerdote y Pastor. Por consiguiente, deben prepararse para el ministerio de la Palabra: para comprender cada vez mejor la palabra revelada por Dios, poseerla con la meditación y expresarla con la palabra y la conducta; deben prepararse para el ministerio del culto y de la santificación, a fin de que, orando y celebrando las sagradas funciones litúrgicas, ejerzan  la obra de salvación por medio del sacrificio eucarístico y los sacramentos; deben prepararse para el ministerio del Pastor: para que sepan representar delante de  los hombres a Cristo, que “no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida para redención del mundo”  (Mc 10, 45; cf. Jn 13, 12-17), y, hechos servidores de  todos, ganar a muchos (cf. 1 Cor 9,19).

El  texto  conciliar  insiste  en  la  profunda  coordinación  que  hay entre los diversos aspectos de la formación humana, espiritual e intelectual; y, al mismo tiempo, en su finalidad pastoral específica. En este sentido, la finalidad pastoral asegura a la formación humana, espiritual e intelectual algunos contenidos y características concretas, a la vez que unifica y determina toda la formación de los futuros sacerdotes (PDV 57).

La formación de pastores

Entendemos por actividades pastorales las que implican un servicio en la comunidad eclesial en sus tres dimensiones fundamentales:

– Martiria: anuncio, catequesis, predicación, cursos bíblicos...

– Liturgia: los oficios ligados a las celebraciones litúrgicas de la comunidad, sacramentos, etc.

– Diakonia: obras  de  caridad,  los  servicios  que  tienen  relación con todos los aspectos de la promoción humana.

La  actividad  pastoral  durante  la  formación  nos  puede  ayudar  atener una comprensión más profunda de la persona en su vivencia de esta actividad pastoral y así ayudarle a integrar mejor su personalidad de pastor o de  religioso/a. La actividad pastoral es un camino  indispensable para crecer en la libertad, en el amor a Dios, como respuesta a la vocación recibida. En la tarea del discernimiento nos ayudará a conocer la verdad de la persona en su respuesta a la vocación.

Cencini, dice que “el apostolado, por una parte presupone la formación, pero por otra, la sustenta y profundiza continuamente, siempre que se viva auténticamente y con profundidad (Testimoni, n. 15, p. 7).


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