Buscar

Entradas populares

lunes, 2 de abril de 2012

¿Por qué los sacerdotes nose casan?




PRIMERA RESPUESTA

¿Por qué los sacerdotes no se casan?

En la Iglesia Latina, los sacerdotes y ministros ordenados, a excepción de los diáconos permanentes, «son ordinariamente elegidos entre hombres creyentes que viven como célibes y que tienen la voluntad de guardar el celibato "por el Reino de los cielos" (Mt 19,12)» (Catecismo de la Iglesia Católica n. 1579). En efecto, todos los sacerdotes «están obligados a observar una continencia perfecta y perpetua por el Reino de los cielos, y, por tanto, quedan sujetos a guardar el celibato» (Código de Derecho Canónico c. 277).



Don de Dios
Este celibato sacerdotal es un «don peculiar de Dios» (Código de Derecho Canónico c. 277), que es parte del don de la vocación y que capacita a quien lo recibe para la misión particular que se le confía. Por ser don tiene la doble dimensión de elección y de capacidad para responder a ella. Conlleva también el compromiso de vivir en fidelidad al mismo don.
Que capacita para la misión
El celibato permite al ministro sagrado «unirse más fácilmente a Cristo con un corazón entero y dedicarse con mayor libertad al servicio de Dios y de los hombres» (Código de Derecho Canónico c. 277). En efecto, como sugiere San Pablo(1Cor 7,32-34) y lo confirma el sentido común, un hombre no puede entregarse de manera tan plena e indivisa a las cosas de Dios y al servicio de los demás hombres si tiene al mismo tiempo una familia por la cual preocuparse y de la cual es responsable.


Opción por un amor más pleno
Queda claro por lo anterior que el celibato no es una renuncia al amor o al compromiso, cuanto una opción por un amor más universal y por un compromiso más pleno e integral en el servicio de Dios y de los hermanos.

Signo escatológico de la vida nueva
El celibato es un también un «signo de esta vida nueva al servicio de la cual es consagrado el ministro de la Iglesia» (Catecismo de la Iglesia Católica n. 1579) y que él ya vive de una manera particular en su consagración. El sacerdote, en la aceptación y vivencia alegre de su celibato, anuncia el Reino de Dios al que estamos llamados todos y del que ya participamos de alguna manera en la Iglesia.
El celibato sacerdotal se apoya en el celibato de Cristo
El celibato practicado por los sacerdotes encuentra un modelo y un apoyo en el celibato de Cristo, Sumo Pontífice y Sacerdote Eterno, de cuyo sacerdocio es participación el sacerdocio ministerial.
Fuente: Aciprensa. (Recursos: Catecismo básico).

Artículos relacionados AQUÍ.

SEGUNDA RESPUESTA






¿Por qué los Sacerdotes no se casan?

"El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor". (1Corintios 7, 32)

¿Por Qué Cristo no se Casó?

Lo que enseña la Iglesia

Andrés era un joven cristiano Metodista que se sentía intrigado por la manera de vivir de los sacerdotes católicos. Él pensaba: "Los ministros Metodistas tienen esposas, lo mismo que los Bautistas, los Presbiterianos y todos los demás pastores protestantes. ¿Por qué los pastores católicos son diferentes? Tiene que haber una razón".

Andrés encontró la respuesta en la clase dominical de su Iglesia Metodista. El joven preguntó a la maestra: "¿Por qué Jesucristo nunca se casó?", y la Maestra le dio la respuesta que cualquier cristiano sabe: "Jesucristo no se casó porque Él quería dedicar todo su tiempo y energía al servicio de Dios, con corazón indiviso. Si Jesús hubiera tenido esposa e hijos, ¿cómo podría haber dedicado todo su tiempo a Dios y al servicio de los demás?".

Andrés era inteligente y sacó la conclusión obvia: "Los sacerdotes católicos son como Cristo, esta debe ser la razón por la que no se casan". Gracias a la sincera respuesta de su maestra Metodista, pocos años después Andrés se convirtió a la Iglesia Católica y actualmente está estudiando en el seminario de los Legionarios de Cristo para ser sacerdote. Pablo VI, en Sacerdotalis Celibatus, nos da tres razones


Razón Cristológica: El sacerdote es célibe porque Cristo, sumo pontífice y sacerdote eterno según el orden de Melquisedec, fue célibe y el sacerdote ministerial es participación del Sacerdocio de Cristo. El sacerdote escoge a Cristo como el supremo amor de su vida y como hijos a las almas que Dios le confía.

Razón Eclesiológica: Cristo es el esposo de la Iglesia. El sacerdote, por medio de la virginidad, se configura con Cristo en el amor por su esposa la Iglesia para hacer de ella una esposa gloriosa, santa e inmaculada (Efesios 5,25). Juan es el modelo del apóstol virgen.

Razón Escatológica: Cristo vino a instaurar en este mundo un tipo nuevo de vida. La Iglesia es germen de ese nuevo tipo de vida. La castidad por el "Reino de los Cielos" (Mateo 19,12) es un anuncio de ese nuevo tipo de vida, donde no se toma ni mujer ni marido, sino que se vive como los ángeles del cielo (Mateo 22,30). El apóstol Pablo es modelo de ese nuevo tipo de vida. (1 Corintios 11,1).

SACERDOTES CASADOS

El sacerdocio levita era hereditario, se transmitía por generación, eran casados. El sacerdote Zacarías, padre de Juan el Bautista, era casado.

Nadie ignora que varios apóstoles eran casados. La Biblia nos habla de la suegra de Pedro (Mateo 8, 7). Pablo señala que varios apóstoles eran ayudados por sus esposas (1 Corintios 9, 5).

En las primeras generaciones los obispos eran casados, porque así estaban antes de convertirse, lo único que exige San Pablo es que vivan moralmente, que tengan una sola mujer (1 Timoteo 3, 3).

Los que estaban casados antes de conocer a Cristo siguieron así, pero los que no estaban casados y querían consagrarse totalmente al servicio de Dios no se casaban. Con Cristo se inaugura un nuevo estilo de vida, el de los hombres y mujeres célibes. ¿De dónde sacaron los primeros cristianos esta idea?

1. El ejemplo de Cristo.

El sacerdocio de Cristo es diferente del sacerdocio levita. Cristo no se casó para consagrarse en cuerpo y alma a servir a Dios y sus hermanos.

2. La invitación de Cristo.

Al que quiera vivir en intimidad con Cristo, Él le exige la renuncia a otros amores: "Quien no odia (manera hebrea de recalcar la renuncia total) a su padre a su madre, a su mujer y a sus hijos no es digno de mí". (Lee: Lucas 14, 25).

3. El don de Dios.

Ante las exigencias del matrimonio cristiano, que no permite el divorcio, los apóstoles dijeron: "Si es así, no conviene casarse". Jesucristo no condena esta afirmación, por el contrario, la eleva dándole un sentido sobrenatural afirmando que esta manera de pensar sólo la pueden entender aquellos a quienes se les ha concedido ese don. (Lee: Mateo 19, 11-12).

4. El ejemplo de los seguidores de Jesús.

Juan el Bautista, hijo de sacerdote (Lucas 1) y con derecho hereditario al sacerdocio, el único profeta que conoció a Jesús personalmente, a ejemplo de Cristo no se casó para dedicarse totalmente al servicio del Reino. Si entre los nacidos de mujer no hay ninguno más grande que Juan el Bautista (Lucas 7, 28), ¿no quiere decir esto que la virginidad es una gran virtud que nos asemeja al más Grande: Jesucristo?

Al Discípulo Amado: Juan, el apóstol que no se casó, el amor de Jesús le compensó con creces.

Pablo, modelo de todo verdadero apóstol, (1 Corintios 1, 11) no se casó y demostró con su vida entregada con corazón indiviso al servicio del Señor, la razón fundamental del celibato.

5. El consejo de los apóstoles.

Era tan clara y evidente esta enseñanza de un nuevo estilo de vida consagrada al servicio de Dios, que los primeros cristianos consultan al apóstol Pablo si podían vivir sin tener relaciones con su mujer, e incluso separarse. El apóstol da una doble respuesta:

a) "A los solteros y a las viudas: Bien les conviene quedarse como yo". (1 Corintios 7, 8). Y da este consejo: ¿No estás unido a mujer?, no la busques (1 Corintios 7, 27). ¿Por qué?, "Porque el hombre casado se ocupa de las cosas del mundo, el no casado se ocupa de las cosas de Dios". (1 Corintios 7, 32).

Si los pastores protestantes se casan, ¿por qué será?, ¿porque no se aguantan o porque quieren ocuparse de las cosas del mundo? Andrés encontró la respuesta a esta pregunta.

b) "En cuanto a los casados les ordeno, no yo sino el Señor: Que no se separen, y en caso de separarse que no vuelvan a casarse o que se reconcilien", (1 Corintios 7, 10).

¿ES MALO EL MATRIMONIO?

¿Y LOS QUE FALLAN?

Algunos cristianos evangélicos citan Timoteo 4,1-3 para comparar el celibato con "prohibir el matrimonio". Pero este argumento es equívoco por dos razones:

Primero:Porque ahí Pablo habla de los gnósticos, que consideraban el matrimonio como algo malo, mientras que la Iglesia Católica considera el matrimonio como algo santo y sagrado: Un sacramento.

Segundo:Porque la Iglesia no obliga a nadie a hacer voto de no casarse, pero si un hombre o una mujer hacen libremente ese voto al Señor, la Iglesia, fiel a la Escritura, exige que ese voto se cumpla. (Deuteronomio 23, 24).

Si es verdad que Cristo vino a darnos ejemplo de una vida nueva, si es verdad que el más grande entre los nacidos de mujer no se casó, si es verdad que muchos cristianos imitaron su ejemplo, si es verdad lo que dice San Pablo que el no casado se ocupa de las cosas de Dios, entonces la pregunta correcta no es ¿por qué los sacerdotes no se casan?, sino: ¿Por qué sólo los sacerdotes no se casan?,¿Por qué sólo en la Iglesia Católica se imita a Cristo en su entrega total al servicio de Dios?. ¿Por qué este don sólo lo da Dios en abundancia incomparable a los hombres y mujeres consagrados en la Iglesia Católica? Andrés encontró la respuesta y por eso se hizo católico.

"Llevamos este tesoro en vasos de barro"(2 Corintios 4, 7). "No obstante sabemos muy bien que es precisamente un tesoro" (J. Pablo II a los sacerdotes, 1979) Lo que falla es el barro del hombre no el tesoro de Dios. Cristo te ofrece la fuerza de la fe, el poder de la oración, el ejemplo de María y su misma compañía en la Eucaristía. Sin esto el barro fácilmente se rompe.

CONCLUSIÓN

Conclusión: Los sacerdotes no se casan para imitar a Cristo que vivió totalmente entregado a la salvación de las almas y al establecimiento del Reino de Dios; por amor a Cristo que nos invita a seguirle y renunciar a la mujer y a los hijos; porque muchos cristianos nos han dado ejemplo de esta nueva vida y la consideraban la obra mejor; porque no quieren vivir divididos (1 Corintios 7, 35-38); porque quieren ser fieles a los votos hechos al Señor.

Fuente: Catholic.net: (Aprende tu fe)

Artículos relacionados AQUÍ


0 comentarios:

Publicar un comentario