Irregularidades y otros impedimentos
No pueden recibir las órdenes quienes están afectados por una irregularidad (impedimento perpetuo) o por otro impedimento (simple) (c. 1040).
Irregularidades:
· Alguna forma de amencia u otra enfermedad psíquica que le incapacite a ejercer rectamente el ministerio (se necesita el parecer de un perito).
· Quien haya cometido el delito de apostasía, herejía o cisma.
· Quien haya atentado matrimonio, aun sólo civil.
· Quien haya cometido homicidio voluntario o procurado el aborto o quienes hubieran cooperado positivamente.
· Quien dolosamente y de manera grave se mutiló a sí mismo o a otro, o haya intentado suicidarse.
· Quien haya realizado un acto de potestad de orden reservado a obispos o presbíteros, sin haber recibido ese orden o le estuviera prohibido su ejercicio por una pena canónica declarada o impuesta (c. 1041).
Impedimentos simples:
· El varón casado, excepto para el diaconado permanente.
· Quien desempeña un cargo o tarea de administración prohibido a los clérigos (cc. 285-286) y debe rendir cuentas.
· El neófito, a no ser que haya sido suficientemente probado, a juicio del ordinario (c. 1042).
· Quien padece enfermedad celíaca o que no puede ingerir alcohol[1]
· Quien tiene tendencias homosexuales profundas.[2]
Irregularidades para ejercer las órdenes recibidas:
· Por recepción ilegítima de las órdenes a causa de una irregularidad.
· Quien ha cometido el delito de apostasía, herejía o cisma, y se ha hecho público.
· Quien ha cometido los delitos de: atentado de matrimonio aun sólo civil, homicidio voluntario, aborto, mutilación dolosa y grave, intento de suicidio, o realizado un acto de potestad de orden reservado a obispos o presbíteros, o le estuviera prohibido su ejercicio (c. 1044).
[1]CDF, Carta sobre gluten y mosto, 19 junio 1995,
[2]Congregación para la Educación Católica, 4 noviembre 2005.
0 comentarios:
Publicar un comentario