Por Luis Alva
Ayer la página oficial en Facebook de la JMJ 2103 que se realiza en Rio, anunció las actividades que se realizarán en tal evento. Y lo formuló así ¿QUÉ SUCEDE DURANTE LA JMJ? …Los jóvenes son invitados a participar de las catequesis, los eventos culturales, los momentos de compartir y la vida en común. … Y los Actos Centrales (Ceremonia de Apertura, la Acogida del Papa, el Vía Crucis, la Vigilia de los jóvenes con el Para y la Misa de Clausura) y los Actos Extraordinarios. Estuve tentado en preguntarles si en Rio también se realizará la Cadena de oración ininterrumpida de oración por las vocaciones como se hizo en la JMJ Madrid 2011. Cuando me enteré de esta cadena de oración en plena Jornada, dije: Los españoles siempre hacen en el ruido y en los gritos un momento de silencio y de oración. En palabras del padre Ángel te voy a contar la otra cara de la JMJ que se celebró en Madrid y que rogamos a Dios se realice en Rio.
La Cadena de oración ininterrumpida por las vocaciones que promovió la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades de la Conferencia Episcopal Española tuvo como objetivos secundar el mandato del Señor, que nos insta a rogar confiadamente “al dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Lc 10, 2), y ofrecer a los jóvenes que participan en la JMJ un ámbito propicio para el “ENCUENTRO” cara a cara con Cristo. La manera que mejor armoniza ambos anhelos era la ADORACIÓN EUCARÍSTICA. Y se organizó, de forma ininterrumpida, en más de trescientas cincuenta comunidades contemplativas españolas y, de modo presencial, en la capilla del Seminario Mayor de Madrid.
Una vez más –como refiere el Papa Benedicto XVI- el secreto fue abrir sin miedo el corazón a Jesucristo y “responder con amor l amor”[1]. Pues sólo en Cristo puede rencontrar el ser humano su propia identidad, recuperar su dignidad de hijo de Dios, replantearse el sentido de su vida desde la fe y responder con generosidad a su llamada para colaborar con Él.
Y el milagro volvió a producirse. Una riada ingente de jóvenes se acercó hasta el Seminario de Madrid, sencillamente para rezar ante Jesucristo-Eucaristía. Y un número significativo aprovechó para reorientar su vida sacramental y vocacionalmente. De aquel encuentro con el Señor, estoy convencido que muchos llegarán a replantearse el sentido de su vida desde la fe, y no pocos darán una respuesta generosa a Dios.
En el Seminario, cuantos se acercaron no sólo encontraron un lugar propicio donde “saciar la sed” o “dejar el lastre” que traían, sino también una comunidad joven, viva, alegre, acogedora, integrada por más de un centenar de seminaristas, formadores, Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote, personal de servicio… que acogieron a cada uno y se desvivieron por todos. Cuidaron el mas mínimo detalle: la atención personal, la ornamentación de la casa, la decoración de la capilla, del altar, del hall, de las fachada con banderas y carteles vocacionales… El que más curiosidad suscitó fue el que recogía hora por hora los grupos de comunidades contemplativas que ofrecían su turno de vela. Más de seis mil horas, si las sumaríamos todas.
A la entrada, el equipo diocesano de pastoral vocacional acogía a cada grupo, armonizaba lugares y tiempos, preservaba el clima de silencio, recogimiento, oración… Y aunque cada grupo podía estucturar libremente su turno de adoración, se proporciono como subsidio una estampa con la ración de Benedicto XVI conmemorativa de su 60 aniversarios; un tríptico con una hora santa en diferentes idiomas; y un libro de bolsillo que incluía algún relato bíblico vocacional, diversas oraciones de la JMOV, una selección de pensamientos incisivos de Benedicto XVI para los jóvenes; y una breve reseña de san Juan de Ávila, verdadero maestro de santos, cuyas reliquias estuvieron expuestas durante toda la cadena de oración.
Sencillamente, IMPRESIONANTE. Una verdadera "caricia" divina que desvela, una vez más, la sed de Dios que los jóvenes siguen teniendo y la sensibilidad ecuarística de las nuevas generaciones que quedó patente en el silencio conmovedor de la vigilia de Cuatro Vientos
"Estamos convencidos que el encuentro de los jóvenes de todo el mundo con el Señor, a través de la visita del Santo Padre y de los actos organizados, ayudará a plantearse a muchos de ellos el sentido de la vida desde la fe y a dar una respuesta generosa a Dios". "Nos ha conmovido que unas 45 Diócesis españolas ya hayan integrado esta hora de adoración ante el Santísimo en la capilla del Seminario en su programa de peregrinación diocesana y que sea su propio Obispo quien la presida. De igual forma lo han hecho hasta ahora el Centro Nacional de Pastoral Vocacional de Italia, de Francia y de Portugal. Pero lo que más nos ha emocionado ha sido la gran acogida que esta iniciativa ha tenido entre los distintos conventos y monasterios de clausura de España. Ya van unas 350 comunidades contemplativas, que suman más de 5.000 horas de adoración ininterrumpida, las que han querido unir sus voces en súplica confiada al Padre por los jóvenes de todo el mundo para que el Señor les ayude a abrir sin miedo su corazón a Él, recuperen su propia dignidad de hijos predilectos de Dios, se replanteen el sentido de sus vidas desde la fe y respondan con generosidad a su llamada para colaborar con Él"..Ángel Javier Pérez Pueyo,
Sencillamente, IMPRESIONANTE. Una verdadera "caricia" divina que desvela, una vez más, la sed de Dios que los jóvenes siguen teniendo y la sensibilidad ecuarística de las nuevas generaciones que quedó patente en el silencio conmovedor de la vigilia de Cuatro Vientos
"Estamos convencidos que el encuentro de los jóvenes de todo el mundo con el Señor, a través de la visita del Santo Padre y de los actos organizados, ayudará a plantearse a muchos de ellos el sentido de la vida desde la fe y a dar una respuesta generosa a Dios". "Nos ha conmovido que unas 45 Diócesis españolas ya hayan integrado esta hora de adoración ante el Santísimo en la capilla del Seminario en su programa de peregrinación diocesana y que sea su propio Obispo quien la presida. De igual forma lo han hecho hasta ahora el Centro Nacional de Pastoral Vocacional de Italia, de Francia y de Portugal. Pero lo que más nos ha emocionado ha sido la gran acogida que esta iniciativa ha tenido entre los distintos conventos y monasterios de clausura de España. Ya van unas 350 comunidades contemplativas, que suman más de 5.000 horas de adoración ininterrumpida, las que han querido unir sus voces en súplica confiada al Padre por los jóvenes de todo el mundo para que el Señor les ayude a abrir sin miedo su corazón a Él, recuperen su propia dignidad de hijos predilectos de Dios, se replanteen el sentido de sus vidas desde la fe y respondan con generosidad a su llamada para colaborar con Él"..Ángel Javier Pérez Pueyo,
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