Por Luis Alva
Ayer quedé muy motivado al leer el mensaje del obispo cardenal de Barcelona Lluiz Martínez S. dirigido a unos periodistas en el Vaticano, ciertamente se dirigia a la Iglesia en Europa, sin embargo, son palabras de un pastor que tiene vigencia universal. Estas palabras cuajan a la perfección para toda parte del mundo, para una Europa y una América que precisan de una re-evangelización o nueva evangelización, para una África y una Asia que precisan de la primera evangelización. Ya hace más de dos mil años un hombre llamado Jesús dijo, de salir a la calle, de ir por todo el mundo y proclamar su nombre. ¿Y lo seminaristas que tienen que ver en esto?
El cardenal señalo que «es urgente una nueva evangelización y, aunque no hay fórmulas, sí tiene que haber una actitud. Las iglesias, las parroquias, los sacerdotes, los religiosos y los seglares deben salir a la calle a hablar de Jesús, ya que el encuentro con Jesús convierte».
Hace una semana un grupo de seminaristas me informa que en las capillas donde realizan su labor pastoral los fin de semanas, los niños y los catequistas ¡han desaparecido!, y como no hay niños y catequistas, no hay a quien catequizar, consecuentemente pedian autorización para clausurar ya la pastoral en esa área.Simplemente objeté a tal petición con la siguiente afirmación: Nadie da por terminada la pastoral, e iniciamos una nueva (o antigua) pastoral, de visitar casa por casa! digo iniciamos porque yo también me sumo a esta "nueva" evangelización, que en realidad es la más antigua, es decir a lo que ayer el cardenal decia: Salir a la calle a hablar de Jesús! Ante ésta realidad, sí tiene que ver una actitud!
Se escucha decir a los padres respecto a los jóvenes: los jóvenes están alejados de la parroquia, los grupos parroquiales juveniles están desapareciendo, en las misas los jóvenes son 3 o 4, etc. Más, no sería mejor que también el sacerdote vaya al encuentro de los jóvenes, porque los jóvenes también podrian, decir: los curas estan alejados de los jóvenes, los curas no vienen a nuestro encuentro. Esto también vale para lo seminaristas. Muchas veces el seminarista va a su centro de labor pastoral a "dar", a "reunir", a "convocar", desde mi propia experiencia, son pocos los seminaristas que salen un sábado al encuentro de los jóvenes, en las esquinas de los barrios, en las canchas deportivas, en los mercados, e incluso a las afueras de las universidades e institutos, etc. En definitiva "nadie es más adecuado que los jóvenes para evangelizar a los jóvenes. Los jóvenes estudiantes que se preparan al presbiterado, los jóvenes y las jóvenes en vía de formación religiosa y misionera, a título personal y como comunidad son los primeros e inmediatos apóstoles" (OPPVMS).
El cardenal señaló también, que aunque reconocen que el relativismo, el secularismo y el individualismo están propiciando ese alejamiento del hombre de Dios, los prelados asistentes al Sínodo coinciden en que hay que mirar al mundo «con amor, sin temor», y afirmó que la Iglesia tiene que escuchar los problemas de los hombres y mujeres de hoy, sin traicionar el evangelio, y mirar al futuro con un espíritu nuevo, «con nuevo ardor, con nueva fuerza, nueva ilusión».
Otra de la actitud que nos habla el cardenal, es el de la "escucha". Pero para escuchar se necesita de tiempo, disponibilidad y sobre todo, buen ánimo, de actitud! Pero a veces justamente eso es lo que no tenemos. El "activismo" o las diversas actividades pastorales en los sacerdotes, el estudio y las diversas actividades de seminario nos privan de tan hermoso don que Dios nos regala, la escucha. Quizá sea momento de dejar de hablar para dar posibilidad a que los otros hablen. De dejar al espíritu que actua por medio de los otros, de los acontecimientos, de los pecadores e incluso de los incredulos. Hagamos nuestra las palabras del cardenal: «La actitud es muy importante. La Iglesia tiene que ser más misionera, salgamos a la calle y hablemos de Jesús»
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