De profesión, cura! Escrito pensado en los Seminaristas!

Por Luis Alva

Mañana viernes, 10 de mayo se presentará el libro titulado De profesión, cura de don Jorge Gonzáles Gaudalix, un cura madrileño. Este libro ameno, sencillo y conmovedor desvela la vida cotidiana, los sufrimientos, las esperanzas y la fe profunda de un simple cura de parroquia. 

De profesión, cura nos da la oportunidad de descubrir el día a día de un sacerdote desde dentro, sin adornos, prejuicios negativos ni idealizaciones ingenuas.La experiencia además de ser la mejor maestra de la vida, es una riqueza que tiene que ser compartida. Pienso a De cura, profesión como una caja de tesoros, que ha llegado la hora de repartir entre los hombres. Por tal motivo he pedido a don Jorge si al escribir De profesión, cura pensó en los seminaristas, porque a ellos le corresponde gran parte de este tesoro, y esta es la respuesta:

Curiosamente al escribirlo he pensado muchas veces en los seminaristas, normalmente con una vida de oración y piedad muy cultivada y con un esfuerzo grande en los estudios, pero tal vez necesitados de conocer de la mano de un cura de parroquia lo que será su vida si Dios así lo desea.

He tenido mucha suerte en mi vida sacerdotal. Siempre en parroquia, conozco lo que es la parroquia de barrio, donde tuve que atender a población marginada. He sido cura rural y ahora estoy en un barrio nuevo de clase media en la ciudad de Madrid.

Además de todo eso, he sido responsable de pastoral en un colegio de más de dos mil alumnos, capellán de un colegio mayor, profesor de teología pastoral... Un poco de todo. Al final sobre todo me siento el cura... Y feliz de serlo.

Os brindo unas líneas del prólogo que creo expresan muy bien lo que creemos que un seminarista puede sacar de este libro:

Es éste un buen libro para que lo lean los seminaristas, y aprendan, conozcan, disfruten y se rían descubriendo la vida real, sin adornos, de un cura de parroquia. Se beneficiarán así de un texto que recoge la experiencia de muchos años, destilada en sustanciosa sabiduría sacerdotal. El autor no idealiza su ministerio, sino que cuenta las cosas como son, sin ocultar rutinas, dificultades y sufrimientos (la historia del cura “adúltero” es especialmente emotiva en ese sentido), pero también con un amor inmenso por el sacerdocio. Es difícil no emocionarse al leer cosas como ésta: “Mil vidas que tuviera, mil vidas para ser cura. Qué suerte tuve Señor, qué suerte ser cura”.

Me gustaría transmitir a los seminaristas sobre todo un profundo amor por su gente hasta el punto que entiendo que estar en la parroquia es algo así como “casarse con ella” en la salud y en la enfermedad, comprometerse con la parroquia sabiendo que es cosa de cura trabajar para que todos puedan vivir con dignidad y llegar un día al cielo. Ser cura por horas no se lo aconsejo a nadie.

Por si os interesa haceros con el libro, te paso una página donde adquirirlo: http://www.vitabrevis.es/

Estoy a vuestra disposición.

Jorge