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jueves, 25 de julio de 2013

Animar vocación sacerdotal, desafío del Papa Francisco!


RÍO DE JANEIRO - (AP) -- El chileno Camilo Sandoval tiene en sus manos la decisión de su vida: estudiar ingeniería y seguir su vocación sacerdotal.
"Estoy pensando en ser padre", dijo a The Associated Press. "Me siento realizado cuando participo en las jornadas vocacionales, hay una cercanía con Dios que me atrae, aunque todavía no estoy decidido".
A sus 17 años, Sandoval es el único que carga con este dilema, entre más de un centenar de jóvenes que arribaron del poblado sureño de Chillán.
Hace parte de los llamados movimientos eclesiásticos que lo ayudaron a acercarse a la iglesia de su ciudad, participa en la misa como monaguillo y hace parte del coro eclesial. Sabe que si opta por lo segundo tendrá que hacer votos de castidad, lo que no representa un problema para él.
"Yo estoy de acuerdo con hacer esos votos", dijo el joven cargando una bandera de Chile en sus manos.
La visita del papa Francisco a Brasil para liderar la Jornada Mundial de la Juventud busca ser el escenario ideal para hacer que muchachos como Sandoval se decidan por servir a la iglesia, institución que en vastas regiones de América Latina batalla por reclutar sacerdotes en un momento en que otras religiones han crecido y sin cambiar las estrictas reglas del celibato.
Desde la perspectiva de la iglesia, millones de católicos han optado por una vida secular.
Casi el 25 por ciento de las parroquias del mundo no tienen un sacerdote residente, según las estadísticas del Vaticano. Y mientras que la cantidad de católicos en el mundo creció un 68 por ciento entre 1975 y 2010, la de sacerdotes sólo creció sólo un 1,8 por ciento, según el Centro para Estudios Aplicados del Apostolado de la Universidad de Georgetown.
La iglesia dice que no sabe si este presunto aumento de católicos en esos años representa una alza o baja frente a la tendencia de las últimas décadas o si obedece al crecimiento demográfico de la población mundial. Datos de ese centro muestran que en 1970 había 419.728 sacerdotes y cinco años después la cifra había bajado a 404.783.
"La verdad es que hay una situación en este momento de tendencia a la baja", dijo a The Associated Press el padre Gabriel Villa, secretario ejecutivo de la comisión de Vocaciones y Ministerios del Consejo Episcopal Latinoamericano. "(En) seminarios ha disminuido la cantidad de seminaristas, y donde el bajón es muy grande es en la vida religiosa, tanto en la vida masculina como femenina, es decir, las comunidades religiosas tradicionales como jesuitas, dominicos, franciscanos".
Aun así, la iglesia ha reconocido una caída no claramente cuantificable en los últimos años, según la institución, de los interesados en seguir la vocación sacerdotal en Latinoamérica.
Los últimos datos del Vaticano señalan que en 2011 hubo un incremento del 2,1% en el número de personas que quieren ser sacerdotes a nivel. La mayoría provienen de África y Asia. En Europa, sin embargo, se registró una caída de 9% y en América Latina se mantuvo estable, según la Santa Sede.
A juzgar por la apasionada multitud que recibió a Francisco en Río el lunes, algunos creen que el primer papa latinoamericano puede ser capaz de cambiar la tendencia de la escasa vocación sacerdotal.
¿Podrá el papa Francisco despertar el interés de los jóvenes latinoamericanos por servir a la iglesia?
"Yo creo que sí", dijo el sacerdote Villa del Consejo Episcopal. "Los gestos, los signos a través de los cuáles él ha hablado han sido muy bien recibidos por mucha gente. Yo creo que para América Latina este ha sido como un signo muy grande para la renovación, para encontrarle el sentido también al discipulado".
Tras la renuncia de Benedicto XVI a su pontificado, el cardenal argentino Jorge Bergoglio fue electo pontífice y tomó el nombre de Francisco, en referencia a un santo católico caracterizado por sus votos de pobreza. En los pocos meses al frente de la iglesia, se ha ganado el cariño de muchos por su autenticidad, estilo humilde y sus llamados a apoyar más a los pobres.
Francisco ha tenido algunos gestos que han sido elogiados por miles, como decidir usar un anillo de plata en lugar de oro y romper los protocolos para acercarse a los fieles.
"El papa Francisco creo que yo que va a impulsar esto (las vocaciones)", dijo Jorge Cavazos, un joven seminarista mexicano que a los 8 años se hizo monaguillo y a los 21 entró al seminario. "Es un papa que nos invita, nos alienta; desde la humanidad, nos dice, puedes servir a Dios, puedes servir al prójimo, puedes entregarte".
Para el funcionario del Consejo Episcopal, la explicación está en la mayor presencia de otras iglesias en la región, una disgregación de la familia y el secularismo cada vez mayor de la sociedad ha hecho que los jóvenes se interesen más en aquello que les represente una utilidad material.
"Para nadie es un secreto que estamos en toda esta situación del consumismo y la vida sacerdotal o consagrada pide algunas renuncias y para muchos no resulta atractivo", dijo Villa.
Según el Vaticano, América cuenta con cerca de la mitad de los católicos del mundo pero los países con la mayor cantidad de fieles, Brasil y México, cada vez tienen menos fieles.
Algunos expertos en religión, como el mexicano Bernardo Barranco, el carisma del papa Francisco no va a ser suficiente para reanimar la vocación sacerdotal.
"La iglesia no se gobierna con bonitas frases o con carisma o con una actitud más parroquial como la que tiene el papa Francisco", dijo el experto del Centro de Estudios Religiosos mexicano, que cree que la iglesia está frente a grandes retos como la poca capacidad para adaptarse a los paradigmas modernos, que incluye el criticado celibato, que ahora se encuentra en el banquillo a raíz de casos de pederastia.
En el Concilio Vaticano II, que data de la década de los 60, la iglesia reconoció que la vocación sacerdotal entró en crisis y propició grandes reformas, como el permitir celebrar misas en lenguas distintas al latín, que provocaron fuertes conflictos en ese entonces en la institución.
Para el pastor Édgar Castaño, presidente de la Confederación Evangélica de Colombia, en el mundo se ha vivido "un proceso de la renovación de la religión, de las religiones modernas, que son muy atractivas, que tienen otros estilos y otras estrategias para acercarse a la gente".
Castaño cree que lo que hace atractivas a las iglesias distintas a la católica es la incorporación de la música en los ritos religiosos, el estilo renovado en la predicación del evangelio, las agradables instalaciones físicas y "el tratamiento cercano a las necesidades del joven".
Además, dijo que para los jóvenes interesados en la ordenación pastoral resulta más atractiva la evangélica porque "no tienen que tener el don del celibato".
Expertos consultados creen que el fortalecimiento de los movimientos eclesiales católicos, como al que pertenece el chileno Sandoval, han ayudado a la iglesia a contener la falta de interés en el sacerdocio al buscar renovar la celebración de la misa haciéndola un poco parecida a otros credos.
Creados en Estados Unidos en la década de 1960, estos movimientos se han extendido en buena parte del mundo, y han introducido elementos inusuales en la misa católica tradicional como nuevos cánticos acompañados de aplausos y bailes rítmicos de los feligreses, algo de lo que otras iglesias se han valido para atraer fieles.
Entre esos movimientos, reconocidos no sin cierta reticencia por la iglesia, incluyen a grupos como la Renovación Católica Carismática, el focolar y neocatecumenal, y que tienen presencia en varios países. En otros países, los movimientos son más locales, como el llamado Shalom en Brasil.
"Casi todos estos movimientos tratan de recuperar de una manera o de otra algún elemento del cristianismo primitivo, ya sea por el canto, ya sea por el tipo de formación catequética, ya sea por ofrecer una experiencia de fraternidad muy profunda", dijo Rodrigo Guerra, director del Centro de Investigación Social Avanzada en México. "Muchas veces a los católicos se nos criticaba por eso, se decía que mucha gente se sale de la iglesia porque encuentra una acogida y una fraternidad humana mucho más clara en el mundo protestante".
Para Guerra, "las viejas formas asociativas... cosas tan tradicionales como el Opus Dei, hoy no son tan llamativas para los jóvenes postmodernos contemporáneos".
El sacerdote Villa, de la conferencia episcopal latinoamericana, reconoció la contribución de esos movimientos, no sin cierta cautela.
"Algunas comunidades carismáticas también han hecho resurgir las vocaciones", dijo. De inmediato comentó que la iglesia siempre les pide que se mantengan de acuerdo a lo que establece cada diócesis.
Sergio Soto, coordinador nacional en México de la Renovación Católica Carismática, está convencido de que los católicos deben ser parte activa y no sólo espectadores de su fe.
"Se había perdido un poco de la parte festiva, de la parte alegre de la misa", dijo Soto desde Ciudad Juárez, donde asegura que ha recibido comentarios de que muchos de los nuevos seminaristas en la zona se vieron animados por la Renovación Católica Carismática.
Para este ingeniero de 42 años, a veces en las misas había "cantos tan rebuscados que pues (las personas) no cantaban". En contraste, en las liturgias de la Renovación, dijo, "se canta, se aplaude, se levantan las manos".
"Es la misma eucaristía, pero vivida de una manera un poquito diferente", dijo Soto, quien según sus propios cálculos sólo en México al menos unos seis millones de personas han vivido la experiencia de su movimiento.
En Chile funcionan 700 grupos de Renovación Católica Carismática a lo largo del país. Empezaron en Santiago hacia 1972 y en su mayoría están afiliadas a las parroquias.
No todas las personas que asisten a las misas integran estos grupos, que se reúnen después de la celebración eucarística los viernes de 8:30 a 9:30 pm.
"Las reuniones son con más alabanzas, cantos católicos, religiosos, con música", dijo Edelmira Rodríguez, una viuda jubilada de 66 años, coordinadora de un grupo carismático afiliado a la parroquia Santa Margarita de Escocia, de la populosa comuna de La Florida. "Eso aviva mucho. Cuando hay un equipo de música es más atractivo que los rezos, que son más apagados... Incluye un baile en el lugar, con movimientos de brazos, alzamos los brazos".
"Los sacerdotes que son carismáticos participan en estos cantos y bailes", agregó Rodríguez. "Nuestro párroco, el día que no hacemos reunión, se enoja, dice que las oraciones no se pueden dejar".
La coordinadora dice que no a todos los párrocos les gusta este estilo y que últimamente el movimiento no ha atraído a la cantidad de personas que solía hacer.
"Ha bajado mucho", dijo. "Hay gente que va porque le gusta el canto, por el momento, y después se olvidan y se van retirando. La idea es de atraer más gente, pero la gente se enfría, participa un año, dicen que se sienten bien, que se han sanado, pero la gente cuando se sana se retira. La gente ya cuando sale de sus males, se va".
El padre Rosemberg Evangelista da Silva, representante del movimiento Shalom, en la ciudad brasileña de Santa Bárbara, dijo que busca involucrar más a los jóvenes con los trabajos de la iglesia a través de las redes sociales y un blog.
"Hemos buscado hacer que jóvenes que ya están involucrados, que en sus ciudades promuevan el movimiento dentro de la iglesia", comentó.
"Siempre se les pide que se unan al ritmo de la pastoral diocesana, porque el peligro es que a veces se puedan cerrar en sí mismos... y que de pronto se crean poseedores únicos de la renovación", dijo.
El seminarista Cavazos no es parte de ningún movimiento eclesial, pero ha asumido las nuevas actitudes por las que propende la iglesia Católica. "Para evangelizar hay que ser alegre", dijo el joven, que piensa que se debe cambiar la imagen del sacerdote como "padre regañón", ajenos a la modernidad.
Originally published: July 24, 2013 9:43 AM
Updated: July 24, 2013 1:07 PM
By The Associated Press  Por MARCO SIBAJA y E. EDUARDO CASTILLO (Associated Press)


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