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viernes, 8 de febrero de 2013

Dormirse en clases se da en todos los lugares del planeta!

Por Luis Alva

El ritmo de vida de un Seminario es muy agitado. Los seminaristas desde muy temprano están en constantes actividades, oración por la mañana, luego las clases, la limpieza de ambientes propios del seminario, el trabajo y el deporte, nuevamente el estudio personal por la tarde, oración - misa, recreo - tv, nuevamente un tiempito de estudio personal por la noche, etc., es lógico que después de todas estas actividades el seminarista llegue agotado, sin fuerzas, rendido. Los fines de semana en lugar de ser días de descanso, como lo es para los jóvenes estudiantes o que trabajan, para un seminarista son días de trabajo pastoral, algunos tienen que viajar varias horas, otros caminar muchos kilómetros, otros están hasta muy tarde en las actividades parroquiales, y otros pasan la noche en la casa parroquial. El riesgo de esta "vida agitada" de un seminarista es que no duerma las horas necesarias para recobrar energías y seguir el ritmo. Es una realidad que en tiempo de exámenes, por ejemplo, se duerma poco (como también es otra la realidad, por ejemplo, el uso del internet hasta altas horas de la noche). La mayor consecuencia de "dormir poco" es que el seminarista se "duerme en el tiempo de clases". Esta es una realidad, en la aula de clases siempre hay uno casi dormido por completo, y más de uno "cabeceando". La solución ante esto dicen los expertos dormir 8 horas, pero sabemos que a veces no se llega ni a cinco horas, y es por eso que a continuación te presento algunos consejos y sugerencias para evitar dormir en clases,como también para evitar que los alumnos se duerman en clases!

DORMIRSE EN CLASES SE DA EN TODOS LOS LUGARES DEL PLANETA

Los estudiantes y profesores de todo el mundo sugieren diferentes consejos y sugerencias para no caer en el HÁBITO de dormir en clases, ahora ver los criterios juveniles:

1 Dormir 8 horas diarias.
2 Tomar un baño por las mañanas (con agua fría).
3 Desayunar adecuadamente (desayuno equilibrado).
4 Masticar chicles o saborear caramelos mentolados.
5 Tomar abundante agua fría antes del inicio de la clase.
6 Prestar atención al profesor.
7 Participar en clases.
8 Pensar en otra cosa que no sea dormir.
9 Tomar apuntes.
10 Ejercitar la memoria (con dinámicas).
11 Cambiar los hábitos de estudio que sean inadecuados e infructuosos.
12 Tomar un café cargado, té negro, té de Ginseng  o  té de canela con jugo de limón.
13 Tomar coca cola o Pepsi cola.
14 Hacer ejercicios mentales.
15 Garabatear o hacer dibujos
16 Realizar constantemente preguntas al  profesor.
17 Ubicarse en las primeras filas.
18 Proponerse no dormir en clases.
19 Tomar vitaminas (especialmente complejo B).
20 Intercambiar ideas con sus compañeros.
21 Mantenerse activo en clases.
22 Lavarse la cara.
23 Ponerse en el rostro paños de agua fría o toallitas húmedas (Johnson & Johnson).
24 Evitar caer en estado de pasividad..


El hábito de dormir en clase puede ser apaliado con el trabajo con la audiencia  por parte de los profesores, veamos algunas sugerencias para los maestros:


“Una de las evidencias más contundentes de que estamos siendo efectivos en una clase es ver a todos nuestros estudiantes atentos y despiertos. Cuando comienzan a cerrar sus ojos y a cabecear es necesario evaluar lo que estamos haciendo e intervenir para sacarlos del poder de Morfeo.

Lo interesante del asunto es que para lograr la atención de nuestros estudiantes no es suficiente conocer el material, lo esencial es saberlo comunicar de forma efectiva. Nuestro lenguaje corporal y la entonación de nuestra voz son elementos que determinarán si somos exitosos comunicando nuestras ideas”.

1. Decir las cosas con pasión es siempre una manera de llamar la atención de nuestros estudiantes. Si le aburre el material de la clase, no puede esperar que los estudiantes le presten atención.

2. Si habla siempre con el mismo tono de voz se dormirán hasta a aquellos que sufran de insomnio. Cambie de entonación cuantas veces lo crea necesario.

3. Cuando vea que la energía está disminuyendo, haga algo que llame la atención.

4. Manténganse haciendo preguntas a la clase. No hable por más de cinco minutos sin hacer una pregunta.

5. Utilice las pausas como una forma de enfatizar unos tópicos en particular.

6. Evalúe constantemente el lenguaje corporal de la clase.

7. Utilice el humor como una manera de capturar la atención de los estudiantes y despertarlos.

Recuerde que si nuestros estudiantes están dormidos, no podrá comunicarse de manera efectiva. Así que la primera tarea monumental del proceso de enseñanza-aprendizaje es lograr que los alumnos no se duerman”. 

– Mario Núñez

En el blog de Cool Cat Teacher se discute la importancia de utilizar de forma efectiva nuestra voz para mantener la atención de nuestros estudiantes basado en el libro “How to Say it With Your Voice”:

Tomado de:
http://www.vidadigital.net/blog/2006/02/12/cuando-nuestros-estudiantes-se-duermen/


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